Anteriormente era mi padre el encargado de dirigir la empresa, por lo que el contaba con su abogado y gestor de confianza. En principio yo continue con ellos pero un dia me ocurrió un caso en el que los necesite. No me sentí representado como creo que yo y mi empresa nos merecemos. Acudi al despacho de Sergio Oya, LegaleGo Abogados y les explique lo que me ocurria. Entonces lejos de minimizar lo ocurrido, como hicieron los abogados de mi padre, entendieron lo que para mi significaba, que los señores a los que denuncie, me hicieron sentir y con el desprecio injusto al que me sometieron, cuando acudi a comprar su producto y me estafaron. Al final, gracias a LegaleGo, se ha hecho justicia y me han devuelto mi dinero.
He aprendido, que toda empresa que se precie y quiera prosperar y ser competente en su sector, de una manera honrada, tiene que contar con el respaldo de un equipo que consiga defender los intereses justos de la misma.
Mi empresa y Yo contamos con la ayuda de LegaleGo.
Gracias Sergio Oya.