El cybersquatting consiste en apropiarse de nombres de dominio. Registrando uno que pretende ser similar a un dominio legítimo. Con el objetivo de comerciar con él o usarlo para cometer fraudes.
Según la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), el cybersquatting puede presentarse bajo las siguientes circunstancias:
- El dominio registrado es muy parecido al que se busca suplantar.
- El dueño del dominio fraudulento no tiene un interés legítimo en el nombre registrado.
- El dominio se utiliza de mala fe tras su registro.
Estas prácticas son posibles porque en Internet existe la política de otorgar el dominio al primero que lo solicita. Esto permite que alguien registre el dominio de una marca que aún no está presente en la red. Con el propósito de revenderlo a esa misma marca por un precio elevado.
En esencia, el cybersquatting busca generar una falsa sensación de seguridad para que el usuario acceda a un espacio potencialmente peligroso para su ciberseguridad. Es similar al phishing o smishing, fraudes en los que se envían correos o mensajes móviles con enlaces que conducen a sitios maliciosos. También tiene parecido con el pharming, en el que una página fraudulenta se hace pasar por la auténtica para robar los datos personales de la víctima.
Índice
El cybersquatting más habitual
¿Cómo logran los ciberdelincuentes confundir a los usuarios? Lo consiguen mediante un pequeño ajuste en el nombre que intentan imitar. Normalmente, esta variación se produce al añadir, reemplazar o eliminar una letra en el nombre de dominio original. Hay muchas formas en que un ligero cambio puede crear un nombre distinto. Este fenómeno es conocido como “typosquatting”.
Un ejemplo simple es cuando el nombre de dominio original, **tubanco.com**, se modifica eliminando una letra, resultando en **tubaco.com**. Con este cambio, los delincuentes pueden hacer que los clientes que se equivocan al escribir la dirección ingresen a un sitio fraudulento, lo que les permite obtener información personal de los usuarios.
¿El cybersquatting es ilegal?
El cybersquatting generalmente se considera una violación de los derechos de los titulares de marcas registradas. En Estados Unidos, la ley Anticybersquatting Consumer Protection Act (ACPA) permite que los propietarios legítimos de una marca tomen medidas legales contra los ocupantes ilegales. El propósito de esta ley es proteger la propiedad intelectual y prevenir el uso indebido de dominios que pueda causar confusión entre los internautas.
A nivel internacional, la Política Uniforme de Resolución de Disputas de Nombres de Dominio (UDRP) de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) ofrece un marco para recuperar un dominio que ha sido objeto de cybersquatting. Esta política proporciona una vía legal para resolver estas disputas.
No obstante, hay una línea delgada entre el cybersquatting ilegal y el registro legítimo de un dominio. Si un dominio se registra sin la intención de perjudicar o sacar provecho de la reputación de una marca, esa acción no puede ser considerada ilegal. Además, los matices legales a menudo dificultan la aplicación de las leyes, especialmente cuando los “squatters” operan desde diferentes países.
¿Qué hago si sufro un cybersquatting?
Cuando una empresa descubre que el nombre de dominio de su negocio está siendo utilizado por terceros sin un interés legítimo, lo más eficiente es recurrir a la vía extrajudicial mediante la ICANN, la Corporación de Internet para la Asignación de Nombres y Números. Este organismo ha establecido un procedimiento conocido como la Política Uniforme de Resolución de Disputas de Nombres de Dominio (UDRP) para abordar estos conflictos.
Si el dominio tiene la extensión *.es, el Plan Nacional de Nombres de Dominio cuenta con un mecanismo de resolución extrajudicial de disputas, administrado por la entidad pública Red.es.
La vía judicial está respaldada principalmente por dos leyes:
- 1. Ley de Marcas, que prohíbe el uso de un dominio similar a una marca registrada.
- Ley de Competencia Desleal, que protege a las empresas si el uso de un dominio por parte de un tercero podría causar confusión entre los consumidores.
El primer paso siempre debe ser enviar un requerimiento formal para que el infractor cese su actividad, con la advertencia de que, de no hacerlo, se tomarán las acciones legales correspondientes. Las vías judicial y extrajudicial no son necesariamente excluyentes, y se pueden emprender en paralelo si es necesario. Desde LegaleGo podemos ayudarte a defenderte de las irregularidades cibernéticas.
Ejemplos de cybersquatting
Nicole Kidman
En 2001, la estrella de cine Nicole Kidman emprendió acciones legales contra un sitio web llamado NicholeKidman.com. Un dominio tipográfico que aprovechaba la ortografía alternativa del nombre de la actriz. El dominio fue registrado por un individuo que intentó hacer pasar el sitio web como la verdadera Nicole Kidman. La disputa fue llevada ante el Centro de Arbitraje y Mediación de la OMPI. Donde se decidió que el dominio se estaba utilizando de mala fe y debía transferirse a la propiedad de Nicole Kidman.
Dell
El gigante informático emprendió acciones legales contra tres empresas registradoras de sitios web en 2007. Acusándolas de registrar ilegalmente y beneficiarse de 1.100 nombres de dominio que eran “confusamente similares” a las propias marcas comerciales de Dell. La exitosa demanda de Dell ayudó a servir como una señal clara de hasta qué punto la empresa haría todo lo posible para proteger la marca de un uso que pudiera engañar a los consumidores y dañar su reputación.
En resumen, el cybersquatting representa una amenaza seria para las empresas y consumidores al apropiarse de nombres de dominio. Que simulan ser legítimos para comerciar con ellos o cometer fraudes. Esta práctica explota la política de registro de dominios basada en “el primero en llegar” y crea confusión en los usuarios. Haciéndolos vulnerables a la pérdida de datos personales y otros delitos cibernéticos.
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